Las Muy Ricas Horas del duque de Berrry, El Infierno
Historia del Arte

El Juicio Final – Segunda Parte – .

Seguimos con la segunda parte del post El Juicio Final, me estoy inspirando sobre todo en imágenes relacionadas con monstruos, demonios, el infierno… pero todo eso forma parte del juicio final, ¿o no?.

Esta es otra de las imágenes que me llama la atención por el horror que desprende, aunque no hay duda de que es una gran obra de arte. De nuevo nos encontramos con seres demoníacos que torturan a otros.

Los artistas a los que el Duque de Berry confió hacia 1413 la tarea de iluminar el libro de horas por excelencia, Las Muy Ricas Horas, que debía sobrepasar a todos los demás que hasta entonces había poseído, procedían de Nimega, cerca del Rhin, en la región de Flandes.

Aparece el diablo en el centro de la miniatura, este pertenece a la tradición basada en la descripción del Antiguo Testamento del Leviatán: «De sus narices sale humo, como de una olla cuando se calienta y hierve. Su aliento enciende los carbones, y una llama sale de su boca «(Job XLI: 12-13). Se le muestra acostado en una parrilla, apretando un par de personas en cada puño y pisoteando a otros seres humanos. A uno y otro lado los demonios trabajan con un enorme fuelle que avivan las llamas que consumen a los condenados por debajo de él. Otros demonios torturan a más almas condenadas, entre las que destaca un clérigo como de costumbre. En el fondo, las montañas sirven como calderas. Otra historia de terror plasmada en pintura.

Las Muy Ricas Horas son una de las obras mejores ilustradas, con colores vivos, brillantes, llamativos, que conseguirán tu fácil atención, desde mi punto de vista.

Las Muy Ricas Horas del duque de Berrry, El Infierno
Las Muy Ricas Horas del duque de Berrry, El Infierno.

 

Otro de los artistas al que se le dará de maravilla crear seres sería Brueghel (Pieter Brueghel el Viejo), quien realizando La caída de los ángeles rebeldes, no nos deja sitio para imaginar algún ser más…

Esta obra fue pintada a lo largo del año 1562 y se inspira en un pasaje del Apocalipsis. Además con esta obra su autor nos revela claramente la influencia que ejerció en él El Bosco.

Con unos colores más vivos que la obra que acabamos de ver, encontramos la lucha de los ángeles buenos contra los ángeles rebeldes, que caen a la tierra ya convertidos en demonios, y a San Miguel, el arcángel guerrero, al que distinguimos fácilmente porque siempre lleva armadura, enfrentándose al dragón de las siete cabezas.

Brueghel La caída de los ángeles rebeldes
Brueghel, La caída de los ángeles rebeldes.

Aunque muchas veces el arte resulta confuso, la clave está en saber mirar, observar y leer una obra. La mayoría de las pinturas deben mirarse durante un determinado tiempo, ya que con un pequeño vistazo rápido es imposible apreciar el aura de la obra y mucho menos lo que nos quiere decir, o lo que para nosotros dice, claro. Toda obra esconde muchas cosas que el que la mira debe descubrir y toda obra deja una huella en alguna persona.

Esto es lo bonito del arte.

2 comentarios en “El Juicio Final – Segunda Parte – .”

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