Diario #1

Hola Hola!.

Ahora me iré poniendo más seria, la semana que viene empieza el curso en la UNED, se abren las asignaturas en la página, conocemos a los profesores y nos cuentan cómo va la asignatura, ah! y el foro se llena de preguntas de alumnos.

No sé si quizá escriba menos por aquí, o quizá escriba más, o igual. No se sabe. Todo depende de si estoy más centrada en los estudios, aunque obviamente va por épocas y tiempo esto del blog.

Llevar un blog es un hobby. Si te gusta escribir y además que te lean, lo verás así. A mí me gusta escribir y cada vez me lee más gente, cosa que me puede dar más vergüencilla, pero de la que me siento orgullosa.

El blog cada vez forma más parte de mi vida, algún día tendré que añadirlo en mi curriculum si sigo así (¿eso se puede?) jaja. Y está claro que poco a poco las cosas se consiguen. Nunca hay que rendirse, siempre hay que seguir y quedarse con las cosas buenas.

Estudiar, estudiar una carrera, es algo que te lleva por caminos llenos de piedras y tierra. Te llevas bastantes disgustos, pasas miedo, muchos nervios y te pones triste. A lo largo de tu carrera o lo que estudies, pasarás por este tipo de momentos, pero también por buenos, como la sorpresa de aprobar algo que creías haber suspendido, o ir a un examen y saber que lo has hecho dpm y que tienes notaza. Hay que quedarse con lo bueno siempre.

Hasta las cariátides necesitan un descanso

Pero lo más importante es que no hay que rendirse nunca, da igual las veces que no apruebes esa asignatura asquerosa, porque al final la aprobarás.

Pasarlo mal por una asignatura atragantada solo hará que la tengas más atragantada aún. Hay que empezar con esa asignatura de cero, como si no os conocieseis, con ilusión y actitud, ahí es cuando la aprobarás y las dos os daréis la mano en señal de paz.

Cada estudiante es un mundo y cada estudio otro. Pero tenemos en común este tipo de sensaciones que son por las que pasamos todos. Ahora empieza un nuevo curso, ahora es el momento de darnos la mano con esa asignatura que se nos atraganta.

Estudiar es un sacrificio que ocupa gran parte de nuestra vida, nuestro tiempo. Nos hinchamos a estudiar, miramos desde todas las perspectivas posibles las asignaturas enrevesadas para intentar aprobar, no dormimos por las noches y nos hinchamos a cafeína por la mañana y más cafeína por la tarde para aguantar, nos merecemos un premio. Y ese premio podría ser, por ejemplo, tener un puesto de trabajo asegurado al terminar la carrera. Porque, después del dinero que cuesta estudiar y el sufrimiento durante tantos años, tener un puesto al terminar la carrera es pedir poco.

Hay que trabajar duro y demostrar lo que valemos.